lunes, 28 de diciembre de 2015

Mi visión de “Pretty Woman” a mis treinta



Hoy ví Pretty Woman, y lo observé desde otro punto de vista no antes pensando; al menos no para mí.

Ella: prostituta, indefensa. El: hombre rico, guapo, exitoso pero deprimido; se siente solo y paga su servicio, hasta ahí vamos bien, nada fuera de lo normal.

Le pide a la chica que se quede como acompañante por una semana, transacción que se acepta, seguimos sin nada raro.

Pero luego viene lo que denota atención; ella para estar con él y acompañarlo en su vida;  a pesar de ser sólo una semana debe vestirse de la manera "apropiada"; de la manera que el quiere; y es ahí cuando la lleva a las tiendas de Rodeo Drive; escena favorita de la mayoría de las mujeres que ven la comedia y sueñan con un Richard Gere que las lleve de compras con la tarjeta Centurión black.

Viviane se vuelve una diosa doméstica; espera en la casa a que Edward llegue; de buen humor, con la tina pronta para bañarlo, atenderlo;“como es debido”, de alguna manera u otra está pagando por su servicio..

Su vida cambia, el empieza a ser bueno con las personas que compra sus empresas y  el “la rescata” de su vida.

Durante la película se observan momentos cotidianos poco profundos en los cuales los personajes se cuentan traumas de su infancia mezclada con lujo, cotidianidad, pobreza y rutina. 

Son dos personas que no se conocen en el fondo, pero el “la rescata”.

La rescata de qué? De la prostitución?.  De la pobreza?.  De no tener pareja?.  De no ser lo que la sociedad nos enseña que debemos ser?.

Y ella se va y el la persigue, en busca de su compañía, de su apego.

Porqué tiene que ser el hombre el que tiene que ir a buscar? Ellos no tienen sentimientos también acaso? Sería "arrastrada"si Viviane fuera a buscarlo, pero el es un gallardo galán por aparecerse con rosas y música a los 4 vientos rogando por su atención. 

Mi punto de todo esto es que Pretty Woman no deja de ser otra versión Disney hecha película de los años ’90 donde infiltran subliminal-mente la idea de que las mujeres necesitamos que nos rescaten, necesitamos un hombre que nos saque delante y nos cuide y solucione la vida.

No deja de ser una versión soft de 50 sombras de Grey mezclado con la Cenicienta que por algún motivo las mujeres siguen comprando.

Igualmente creo que las películas actuales están cambiando un poco la temática, -no sé si debido a que el romance está en decadencia o que el incremento de opciones a través del cual uno elige que tipo de genero mirar, hizo que yo dejara de mirar ese tipo de películas si bien adoro las comedias.-

Con todo esto quiero llegar simplemente a la reflexión, reflexión de que seguimos enseñando a las próximas generaciones.


Une petite pensée
de una mortal que piensa mucho.

jueves, 22 de octubre de 2015

Una copa de vino



Entonces decidí soltar a la pulsión de muerte, decidí que ésta se fuera por otro camino y asumí mis responsabilidades ante la situación (las mías, porque cuando se trata de dos, los errores los cometen  ambas partes); decidí asumir mis errores, mi autoboicot, mis inseguridades.

A veces ante las situaciones no hay culpables, hay consecuencias de comunicaciones fallidas o consecuencias de personas que no quieren hacerse cargo de lo que sienten o dejan de sentir.
No es fácil saber donde uno está parado cuando el feedback es intermitente.

Dice Nietzsche: "Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti."

Con torturarse  y mirar el abismo no se gana nada, de nada sirve dejarse seducir por la pulsión de muerte.

Hoy decidí abrir la segunda botella de vino que compre el otro día.




martes, 20 de octubre de 2015

1964 a la inversa


                                                                                                                                                 19/10/15

Y decidí comprar vino por si acaso el venia, cada vez que compraba vino aparecía, o quizá era que compraba vino muy seguido; pero quise creer que ese acto generaría un efecto mariposa que lo traería a mí, a mi puerta, a buscarme…pero no ocurrió, y en su lugar continúe con mi ritual nocturno de escuchar flaca de Calamaro y fumarme un pucho, solo que esta vez fueron 7.

Comencé a escribir como una demente, sin parar.  Escribía en libros, cuadernos, ordenadores, celular, velas; escribía en toda superficie posible, como si el acto catártico de plasmar mis pensamientos me liberara; y prendía inciensos de miel, con la esperanza de que la miel lo atrajera como las abejas son atraídas por el polen de las flores.

Realmente lo extrañaba, me hacían faltas sus “Hey” a cualquier hora del día.

No lograba conectar con nadie. Esas charlas que solo tenía con él no las pude replicar, nadie más podía leerme; hablaba en mi idioma, ese idioma que solo el aparte de mi sabía hablar.

Comencé a pensar en la posibilidad de que su orgullo lastimado no le permitiera volver, e intente crearme una nueva vida, llena de actividades, que si bien seria vacía, me mantendría ocupada y enajenada como lo estuve por casi 30 años antes de conocerlo; sin problemas, aceptando que soy distinta y sin esperar que los demás me comprendieran.

No paraba de fumar, la ansiedad me carcomía, si hubo algo que siempre me molestó en todos los aspectos de la vida es la incertidumbre, y sin duda incertidumbre era la palabra principal en esta relación.

Conocerlo removió mi sensibilidad y mi creatividad dormida.  El día que lo aleje retomé la escritura después de casi 4 años.  Creo que con su puente me re direccionó hacia un canal.

Y a pesar de que no me hablaba ni emitía sentimiento alguno, no tengo duda de que también me extrañaba, me extrañaba dolorosamente, tanto como lo extrañaba yo.

El mundo ya no era el mismo, al menos no para mí, al menos no después de haberlo encontrado a él.

Fue entonces que decidí irme, necesitaba irme, como sucedía casi siempre que tocaba fondo; lo que hizo que sacara un pasaje a Buenos Aires, por una semana para liberar mi mente, para sentir que cruzando el río me liberaría y evadiría la realidad, al menos por unos días.

1964, “Ya no es mágico el mundo” diría Borges, con la diferencia de que no me habían dejado, la que que decidió terminar todo fui yo, y este era el precio que estaba pagando, su brutal indiferencia.




domingo, 18 de octubre de 2015

Todo surge cuando debe surgir, todo sucede como debería.
Todo pasa porque debe pasar; y todo culmina algún día.
Nada es eterno, solo el tiempo...

02/2009

sábado, 17 de octubre de 2015

Como recuperar un Corazón roto



Paso 1: Dese tiempo, el dolor pasa, todo pasa, es cuestión de tiempo. Déjelo ser, llore llore mucho y sienta, luego dejará de sentir y ese vacío se llenara con algún otro placebo.

Paso 2: Ir a lo de su amigo gay a tomar unos vinos. Evite el recordar a su no novio cuando le robe un cigarro mentolado a su amigo.

Paso 3: Si extraña que suene su celular no le escriba, escríbale a su mejor amiga o a cualquiera que esté conectado.

Paso 5: Póngase un vestido que le haga sentir diosa, cómase el mundo, sienta que si usted fuera el otro no se dejaría escapar jamás porque es muy diosa.

Paso 4: Salir a bailar con dos amigos gays que le hablen de lo diosa, elegante y regia que usted es.y amen sus zapatos pied de  poule.

Paso 5: Evitar golpear a las parejitas que hacen arrumacos a su alrededor. Usted supo estar en ese lugar y seguro molestó también a alguien.

Paso 6: Aquí y ahora. Ignore a la parejita de los arrumacos que se pone a bailar acarameladamente al lado suyo y disfrute del blues hipster que suena. Ya tendrá tiempo de ir a llorar a su casa.

Paso 7: Salga a caminar, anótese en un gimnasio, hágase socia de cine universitario y disfrute de su propia compañía, propia.

Paso 8: Saque un pasaje a Buenos Aires abruptamente, dese un gusto.

Paso 9; cuando vaya en el taxi de
Vuelta a su casa escuchando "cuando no estas de Calamaro" auto convéncete que todo es por algo , todo es como debe ser , todo es para mejor.

Paso 10: intente controlar su malhumor. Los demás no tienen culpa de que usted tenga el corazón roto. Ya pasará, dele tiempo al tiempo.